A Carlos Molina (letra de Aníbal Sampayo)
Vidalita en la llanura
por donde levanta vuelo
el halcón de una mirada
tras los ojos de un pañuelo.
Payador, un huracán,
forjador del fundamento…
patrio, horizonte, guitarra
soberana, sin gobierno.
Fue la pampa no domada,
el malón, el entrevero…
de la justicia que funda,
el cantar del Martín Fierro…
Fue la vertical vigencia,
y allí está plantado y terco,
el orgullo inclaudicable,
cimarrón, de cuerpo entero.
Cantor de fundamento…
Un relámpago de cifras
por los ollares abiertos…
le despliega una bandera
roja en girones de tiempo.
Es la tempestad que empuja,
las crines recias del pueblo…
en el madero sonoro
de su rebelión sin dueño.
No hay quien pueda sujetar
las cuerdas de su instrumento…
ni el acorde redoblante
de su galopar sin freno.
Con la pampa por herencia
y una tropilla de sueños…
fue desafiando la historia,
diapasón a cuatro vientos.
Cantó dando la vida
por una causa digna.